3 de noviembre de 2014
“Habiéndose constituido
el yo en una totalidad independiente del cosmos, su supervivencia no habrá de
consistir en nuevo estadio dentro de la experiencia del mundo, sino en una
salida de ese mundo”. Javier Gomá. El alma moderna, tocada por la subjetividad, respira fuera del mundo -no en sus confines-. El
alma es un drenaje. Necesita la ciudad, pero vive en la montaña. Nos conduce al fuera
de campo, tan fundamental, lo saben los cineastas, como el encuadre. “Que tus pasos se alejen / más de ti”. Corredor-Matheos.