23 de diciembre de 2014
“No todo el mundo
puede leer a Proust. No es elitismo, es realidad”. Vargas Llosa. Cuando tiene
razón, la tiene. “Que todas las
manifestaciones puedan llegar a todos es una fantasía democrática”. ¿Elitista? No, a fuer de moderno: “Que no se llegue a la
confusión de no saber qué cosa es bella, fea, auténtica o imitación”. El relativismo
es lo típicamente posmoderno; la modernidad creía en estandartes y diferencias. Nihilismo es la marca de una papilla retrógrada.