15 de diciembre de 2014
“Hoy sé / que tuve
que perderla / (…) / para que mis palabras, / un día, resonaran así”. Eduardo Fraile.
Quizá provocamos su caída, la de ella, la hoja, para que Ella, la rama, se mantenga
en lo alto del árbol. “Cómo nos aman las cosas que acariciamos un día.
Y qué fieles / nos son, nos han sido, en silencio hasta su fin”. Sin que
lo sepan, o estén de acuerdo, o nosotros lo estemos con ellas, usándolas como
herramienta. Porque la vida que no ayuda a la creación, no es vida. Y todo es
mentira. O sugestión. O literatura. Y somos cuando no somos.